Carlos Javier Morales confirma una vez más que es un poeta de enorme poderío emocional, fuertemente vinculado a sus paisajes tinerfeños, a su actividad académica y a sus seres queridos, en los que encuentra el sentido más vivo de su existencia y el poso necesario para su creación lírica. Como él mismo afirma en el poema inicial del libro, «sueño y realidad se enlazan / en una eternidad que nunca he visto / pero que vivo a diario», y es en esa confluencia de la trascendencia (el sueño) y de la...