¿Qué sientes cuando escuchas la palabra sexo? ¿Está en los genitales, en el cerebro, en todo tu cuerpo? ¿Dónde sitúas el límite entre lo que consideras sexual y lo que no lo es?En nuestra cultura la sexualidad está desintegrada y separada de la persona. El sexo se ha relegado a espacios a veces innombrables. En ocasiones, al hablar de sexo, se desvanece la naturalidad o incluso se congelan las expresiones. Entonces, el sexo representa el límite de las ideas permitidas y se desencadena la censura...