Las nociones de terrorismo, modernidad, burguesía y democracia conviven pacíficamente en el tránsito de los siglos XVIII a XIX. El primer acusado en la Historia de terrorista, esto es, de ser un agente o partidario del régimen del terror (según reza el diccionario de la Academia Francesa de 1798, que inaugura el término), no fue ni un anarquista, ni un comunista, ni un neonazi, ni un abertzale, ni un yihadista, sino el neonato Estado liberal francés, la primera democracia moderna de Europa....