Si un día de invierno, durante el desayuno, se le derramó el café al escuchar que el periodista radial lanzó un gerundio en mal estado. Si, cuando subió al colectivo y leyó el cartel que imponía «indique su destino», sonrió pensando que esa frase, acaso, estuviera yendo más allá de la última parada del recorrido. Si el eslogan que se utilizó para la campaña política «el voto ganado» le pareció equívoco. Si se considera buen detector de erratas en los libros o periódicos. Si le late un párpado,...