Cuando el príncipe Stephan Reynard llegó al diminuto pueblo de Texas para reclamar a su real sobrino, nunca imaginó que la madre adoptiva del niño resultaría ser tan reticente… o tan atractiva.Aparentemente, ni el rescate digno de un rey podría convencer a la animosa belleza del Oeste para apartarse del niño que ella había acunado en sus cariñosos brazos. Aparentemente, también, más allá de la sangre azul, la riqueza y la posición del príncipe, Mandy Crawford veía en él simplemente un hombre…...
Era difícil no encapricharse de Nathan Forrest. El jefe de Meg era guapo, rico y encantador. Sin embargo, ella estaba dispuesta a ocultar sus sentimientos. Nathan era una persona muy estricta y no quería relaciones amorosas en el trabajo.Pero Nathan le pidió un favor al que no se podía negar. Tenía que acompañarlo un fin de semana a una fiesta familiar para que su madre dejara de buscarle novia. Meg desconocía que estaba libre, pero a pesar de que cada vez la atraía más, se daba cuenta que ella...