Entre las muchas figuras que se pueden esbozar en este libro, está Meggy, el ama de casa compulsiva, Doroty la perfeccionista o Fanny, el ama de casa vacilante… luego está Molly, el ama de casa desesperada: ella no quería vivir su vida como ama de casa. Odia el polvo que se cuela por todas partes. Lo odia con la misma intensidad con la que puede odiar a la amante de su marido. Odia las plantas en la terraza que, al igual que su dinero, no pueden llegar a fin de mes. Entre las muchas figuras...