Esta obra esta´ dirigida tanto a quienes acaban de emprender el sendero contemplativo como a quienes ya tienen una pra´ctica madura de la contemplacio´n. Esta pra´ctica va progresivamente elevando el alma, libera´ndola de los obsta´culos que introducen confusio´n en nuestra identidad y, por tanto, confusio´n sobre el misterio que denominamos «Dios».A lo largo de una vida de silencio interior brota la flor de la consciencia: la vi´vida realizacio´n de que nunca hemos estado separados de Dios ni...