La globalización y los avances tecnocientíficos requieren innovaciones radicales tanto en la producción y la gestión del saber como en las políticas educativas y la producción cultural. Las tecnologías de la información son generalmente consideradas herramientas democráticas y eficientes para las nuevas exigencias de la sociedad, cuando, en realidad, son más el problema que la solución. Esta contradicción se radicaliza también porque la mayoría de los teóricos y críticos se limita a coleccionar...