Vivimos en una sociedad que se escapa del vacío existencial. Lo llenamos con trabajo, comida, compras, redes sociales, alcohol… Pero, tarde o temprano, se abre un hueco que nos deja expuestos a nuestra infelicidad y angustia. Ahí nos sentimos agotados; frágiles, llenos de miedo, inmersos en un sinsentido desolador. ¿Qué hacemos con esta carga física, mental y emocional? ¿Cómo romper el círculo vicioso que nos tiene anestesiados viviendo en piloto automático? Inés Olivero pasó por esta noche...