El trabajo de las autoras analiza cómo se constituyó la economía colonial basada en la minería y la agricultura; y cómo la conformación del sistema comercial quedó establecido por la Corona española. La nueva estructura económica resultó de la amalgama de ciertas instituciones de la economía indígena y de la economía española, e implicó la necesaria introducción de la tecnología, flora y fauna provenientes de Europa.