Todo museo comercia con el pasado y la memoria, y en esa conservación y reunión de objetos -siempre se ha dicho- descansa su ficción fundadora: uno al lado del otro y todos juntos, cada objeto cuenta de por sí una historia, pero asiste, a su vez, al significado colectivo de una historia mayor. La reunión de elementos heterogéneos se vuelve, en un museo, una representación al tiempo que una explicación de una cierta porción del mundo. Los museos de las fuerzas de seguridad no escapan a tales...