¿Se podrían imaginar un mundo dominado por las computadoras, aparatos, teléfonos, donde nadie habla con nadie y donde nuestra mente está programada y forzada a responder casi 24 horas al día? Suena a ficción, pero no, esa era ha comenzado y la humanidad pierde cada día más la capacidad de mirar hacia dentro. El ser humano está dejando de «ser humano». El mundo está agonizando. Nuestra mente hoy está saturada de información y estímulos, la presión generada dentro de nuestro cuerpo y nuestra...