A modo de diario de campo, escribo cada palabra para dejar testimonio de vivencias mías, no tan mías, y de sentimiento ajeno. Este libro tiene caras, sus poemas tienen nombres, cada verso esta perfumado y cada punto esconde un silencio vertiginoso. «Nefelibata» es, la parte de mí que se asoma por los balcones, que está de paso hasta que vuelva la tormenta, que escucha la mañana y acude al silencio cuando la rutina aturde. «Peripatético» es quien soy ocupado, cuando me encierro entre aporías,...