El recorrido de un análisis supone la profunda transformación de un sujeto. Más allá del levantamiento de los síntomas, es el ser mismo el que está en juego. El clima de indeterminación con que nos encontramos al principio se desplazará para dar lugar a lo que podríamos llamar «certeza de vivir». Una vida que se vive y que se aleja del verse vivir.El obstáculo que siempre encontraremos, del lado de los analistas y también en el de los analizantes, es la pasión por pensar, por saber lo que...