Después de pocos años de su lanzamiento, el teléfono inteligente se ha convertido en parte de nosotros, plenamente integrado a los patrones diarios de nuestra vida. Nunca desconectados, siempre disponibles, ahora tenemos en nuestras manos una varita mágica de un poder tecnológico que apenas comenzamos a comprender. Pero esto hace surgir nuevos enigmas. Aunque estamos más conectados que nunca, parece ser que nos estamos volviendo más distantes; y aunque somos más eficientes, nunca antes habíamos...