El estudio de las funciones ejecutivas, un concepto que nace desde la neurociencia, ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos 20 años. Dicho crecimiento permite identificar y comprender componentes clave comprometidos en conductas complejas como el aprendizaje. Por ejemplo, la importancia de la atención, la memoria de trabajo, el control inhibitorio, entre otros componentes. Todo esto considerando a niños y niñas de desarrollo típico, pero también atípico, lo que hace posible avanzar...