Son los hijos, hijas y familiares de los genocidas; sus padres fueron personal de las fuerzas armadas −altos generales al mando, intermedios y rasos−, de gendarmería, de la policía, personal de inteligencia, funcionarios, médicos, jueces. Algunos condenados y encarcelados con sentencia firme, otros en prisión domiciliaria; algunos imputados, otros sin investigar, impunes. Algunos muertos, otros vivos. Algunos ancianos, otros no tanto.Todos guardan un silencio atroz. Ninguno se mostró...