Leer América profunda es tomar contacto con el gran interrogante de nuestro destino. En las páginas que abren a la dimensión no pensada de lo americano, Kusch reconstruye la máxima tensión de ese contrastre como la oposición entre el hedor y la pulcritud dos formas arquetípicas que evocan el drama existencial de las clases medias urbanas y de sus intelectuales frente a la presión de lo popular. En nuestro continente dice Kusch «por un lado están los estratos profundos de América, con su raíz...