"No necesito defenderme por haber escrito este libro. Si sus doctrinas son bíblicas, el rechazo del público no me preocupará. Sin embargo, si no son bíblicas, pues ¡ninguna defensa jamás podría justificarlas! He querido declarar las enseñanzas del evangelio no solamente en forma teórica, sino en forma práctica y demostrar su valor para la experiencia cristiana. Estoy completamente persuadido de que las verdades de la gracia soberana, más allá de volver negligentes a los creyentes, son para...