Las relaciones sexuales humanas involucran necesariamente la interconexión sincronizada de varios elementos: nervios, músculos, hormonas específicas, señales electroquímicas, etc., con una complejidad inexplicable desde la cosmovisión darwiniana. Sin embargo, desde el punto de vista creacionista, se trata de una evidencia poderosa de un diseño inteligente. Y, si el sexo tiene que ver con un diseño inteligente, la actitud humana más inteligente sería disfrutarlo de acuerdo con las pautas del...