El título de esta obra está inspirado en las Erinias de la mitología griega –llamadas Furias por los romanos–, deidades femeninas de venganza o personificaciones sobrenaturales de la ira ante el parricidio y algunos otros crímenes. Sin embargo, Furias no es sobre venganza, sino sobre energía frenética, esa que en ocasiones puede ser semejante a la ira. Los gestos del violín evocan el espíritu brusco y libre de una danza folclórica, y contrastan con el sonido del piano, caracterizado por imitar...