Este libro es una compilación de los escritos más significativos de Elena de White sobre las leyes dominicales y la relación entre Iglesia y Estado. En 1911, el autor publicó una serie de once artículos consecutivos sobre este tema, donde presenta las cartas completas que Elena de White envió a personas que enfrentaron casos concreos que afectaban la libertad religiosa o que querían respuestas acerca de cómo tratar con los gobiernos nacionales.