La historia de Till lo muestra como un personaje amante de la diversión, irreverente y siempre dispuesto a hacer burla de los demás. A veces finge no entender cuanto se le dice, por ejemplo cogiendo a la carta expresiones figuradas, para burlarse de su interlocutor.
Juan era un chico que vivía con su madre, que se había quedado viuda pocos años atrás. Una mañana la única cabra que tenían no dio más leche y como la situación en casa era bastante delicado se marchó al mercado y la cambió por un puñado de alubias.
La ratita presumida cuenta la historia de una rata muy trabajadora, que tenía por hija una ratita muy presumida, a la que le gustaba pasarse el día estirándose los bigotes y tostándose al sol. Un día estaba barriendo la puerta de su casa, de repente se agachó y cogió una moneda que había en el suelo.