La carne, que es blanda, se pinta de anhelos. El alma, frágil, busca razones donde no las hay. La ausencia marca un antes y un después y, en el medio de todo ese dolor, se descompagina la vida, se rompe la rutina, las noches no son noches porque no hay sueños, solo un vasto insomnio que anticipa muchas dudas. Los versos de este libro son una invitación a desenmascarar los mitos, sobre la soledad y lo que en verdad implica. Sobre el amor y cuándo es; y sobre ese desamor tan romantizado que...