La administración ha sido siempre un intento de controlar la realidad. Esto se ha vuelto particularmente difícil en tiempos en que lo inesperado es lo único que puede esperarse. Cada vez con más frecuencia nos encontramos frente a organizaciones que funcionan de una manera diferente a esos almacenes de barrio donde un kilo de azúcar se vendía en un paquete envuelto por la almacenera. Sin embargo, nuestra forma de pensarlas ha cambiado menos que la realidad organizativa. Es necesario preguntarse...