Su vida la marcó el escándalo.Cuatro años atrás Adriana Bramson fue casi plantada en el altar, y aún era un tema de conversación el las tardes de té. Pesa que a aquel hecho, Adriana estaba feliz siendo una solterona y escribiendo su famosa columna de chismes. No tenía intención alguna de volver a casarse, y no solo porque ya no hubiera propuestas, sino porque no quería volver a enamorarse y decepcionarse. Cuando Andrew Blane se interpuso, literalmente, en su camino, ya nada volvió a ser igual....