Cuando me confirmaron que iba a ser concursante de Gran Hermano 14, nunca imaginé que apenas pasaría cinco minutos en el concurso, y que esa noche dormiría en un hospital con los dos húmeros rotos. Pero de nada me hubiera servido lamentarme, desde el primer segundo puse toda mi energía en la recuperación, que conseguí en un tiempo récord. Ante un accidente, una enfermedad, un incidente inesperado…, lo fácil es instalarse en el lamento, en la autocompasión, ¿por qué me ha ocurrido esto a mí?,...