En la actualidad, a animación se ha convertido en una de las prioridades de todas las estructuras de atención a las personas mayores porque, más que una fuente de diversión, es un pilar para el mantenimiento de su autonomía física y psicológica. La animación se ajusta bien a su etimología (animare: dar un alma…, ¡un soplo de vida!). Esta forma de actividad ocupacional crea un clima, una dinámica, que forma parte de los tratamientos que mejoran la calidad de vida de las personas. Por ello, las...