En la antigüedad, los magos solían tener sirvientes muy particulares. Criaturas llamadas Sanguine, capaces de realizar cualquier tarea sin descanso, encargarse de la seguridad de los lugares, o de defender con sus propias vidas a sus amos. Con el paso de los siglos, los mismos desaparecieron y su existencia quedó sumida en el olvido. Hasta que Elwinda, una bruja exploradora, encuentra un libro acerca de ellos y se dispone a crear un Sanguine. El problema surge cuando Jace, un mago desesperado...