Tras la apariencia de una monja sencilla, en Ana Catalina Emmerick (Coesfeld, 1774 – Dullmen, 1824) se esconde una de las grandes místicas católicas de los últimos siglos. Desde su más tierna infancia, fue un alma de excepcional bondad, devoción y pureza. Su vida y su legado iluminarán por siglos al cristianismo y a toda la humanidad. El escritor francés Léon Bloy dijo «Si el libro „Vida de Ana Catalina Emmerick“, escrito por el padre Schmoeger, fuera leído por veinte personas en cada diócesis,...