La historia empresarial está llena de éxitos y de fracasos y, si algo nos pueden enseñar, es que sólo sobreviven aquellas compañías que desarrollan mayor adaptabilidad al cambio. Son muchas las causas que obligan a adaptarse: un nuevo competidor, una desaceleración económica, una fusión, nuevas regulaciones en la industria, la introducción de tecnología innovadora, la presión de las comunidades locales, la contratación de un nuevo director general, la dificultad para atraer nuevos talentos, la...