A veces Dios utiliza formas extrañas para rescatarnos… ¿Y si le pides a Dios que te ayude a encontrar un teléfono, y él te envía a un bebé elefante peludo? ¿Alguna vez se te ocurrió que las palabras airadas de un amigo podrían salvarte la vida? ¿Y qué piensas de un viejo perro perezoso? ¿Y de un pecesito que te mordisquea los dedos de los pies? Y no te olvides del abrigo más feo de la tierra… Estas historias te recordarán que, aun en las peores situaciones, podemos contar con la ayuda de Dios....