El tema relativo a la misión y la obra del Espíritu Santo ofrece un campo de estudio inagotable, porque trata de una Personalidad que trasciende todo tiempo y toda medida: la tercera Persona de la Deidad. Sus pasos augustos no se pueden medir, pero pueden reconocerse claramente; no se pueden explicar, pero pueden y deben ser personalmente aceptados y experimentados. Vivimos en un mundo que está cambiando rápidamente, un mundo que corre alborotado, dominado por nuevas fuerzas. Problemas nuevos y...