En el ámbito de la primera tópica, lo inconsciente psíquico exterioriza la supremacía de un factor, proveniente de las mociones pulsionales, lo bastante poderoso para doblegar el principio de placer: una compulsión de repetición probablemente dependiente de la naturaleza más íntima de las pulsiones. Durante la última teoría freudiana de las pulsiones, el poder de la compulsión de repetición es atribuido a la atracción que ejercen los arquetipos inconscientes sobre el proceso pulsional reprimido...