El relato K sumió a la Argentina en una decadencia moral, intelectual, económica y social. No es algo nuevo: todos los regímenes populistas y autoritarios (el kirchnerismo sin duda lo es) atraviesan, en un momento determinado, un proceso similar. Pero esta decadencia en la que vive hoy el país es también la decadencia del relato K. ¿Por qué? Porque ya nadie se lo cree. Porque la sociedad, frente a la realidad dura y los hechos irrefutables, comienza a reaccionar. Esto se ve en las marchas...