Tal vez se hayan necesitado varios años de silencio frente a los lectores para llegar al libro que le permite verse así, sin tapujos pero delicadamente, con el corazón apretado pero libre porque en la «querida noche impura» la «amnesia lívida» entra en rebelión. Algo de la constante novedad de la creencia y del error, de la convicción contradictoria del «momento infinito» hace de este libro un texto fieramente joven, de tenaz principiante en la vida del deseo. El tiempo (en tanto temporalidad y...