Mucho se ha dicho y escrito que los mexicanos somos el producto del choque de dos culturas, del encuentro de dos maneras distintas de ver el mundo, dos formas diferentes de entender las grandes preguntas del cómo y el por qué de nuestra existencia. Pero una de esas culturas, no la estudiamos, se hace a un lado, sabemos poco o casi nada de ella, incluso para algunas personas el anahuaca que llevamos dentro ha ido desapareciendo y el legado ha quedado irreconocible. Para otros, afortunadamente ese...