"La policía no hace nada. La policía es toda transa. Agarran a un narco a mitad de cuadra y lo sueltan en la esquina". «Quiero 3000 pesos o te tiro abajo el kiosco». «La policía bardea a los pibes. También les meten droga. Y algunos pibes trabajan para la cana». «Decile que tiene quince minutos para irse a otro lado, o le rompemos las piernas». En una polifonía reveladora y brutal, estas voces –de vecinos, de dealers, de policías– se entremezclan en este libro para reconstruir una escena...