Aunque parece que esté de moda hablar del ayuno intermitente, la realidad es que ayunar no resulta nada nuevo o innovador; ni para nuestras células, ni para nuestros genes. Lo llevamos arraigado en nuestro ADN. De hecho, es un hábito que como seres humanos hemos implementado durante tanto tiempo a lo largo de nuestra evolución como especie, que lo antinatural y lo que va en contra de lo que beneficia realmente a nuestra salud, a pesar de lo que predican las directrices oficiales, es no hacerlo. ...